En nuestro país no se tiene una cultura de prevención en materia inmobiliaria; muchas veces vienen incorporados seguros de vida y de vivienda en los créditos hipotecarios que otorgan los bancos dado que ellos deben proteger la garantía del préstamo, es decir, las viviendas, sin embargo, por convencimiento propio muy pocas personas estilan proteger uno de sus patrimonios más importantes: los inmuebles.
Hoy en día existen empresa que respaldan tantos a los propietarios, inquilinos y sobre todo el inmueble. Comúnmente se les ha denominado: pólizas de arrendamiento, fianzas de arrendamiento, póliza arrendadora contrato, renta segura, fianzas arrendamiento, etc., pero el término realmente correcto es coberturas jurídicas de arrendamiento que brindan protección a los dueños de inmuebles.
Durante el proceso del arrendamiento, el arrendatario o inquilino podría dejar de pagar sus rentas y servicios, el arrendador debe dar aviso presto a la empresa de Póliza de Arrendamiento con el objetivo de que esta última inicie un proceso de cobranza. La primera iniciativa que toman los despachos de protección inmobiliaria o Renta Segura son por la vía extrajudicial, sin embargo, cuando convenir no es una opción se abre un expediente judicial para emplazar al deudor y cobrar las rentas, servicios o cuotas vencidas, derivando en la desocupación y entrega del inmueble.
Actualmente existen muy pocos despachos o empresas de Póliza de Arrendamiento, correctamente llamada Cobertura Jurídica de Arrendamiento, por ello, es recomendable verificar la antigüedad, prestigio de la empresa, calificaciones en medios digitales, publicaciones en medios impresos, recomendaciones, etc. ya que muchas empresas que ofrecen estos servicios desaparecen en menos de uno o dos años, dejando en estado de indefensión a quienes los contratan.
Es importante también revisar que la póliza de arrendamiento se adapte a las necesidades básicas del dueño del inmueble y que venga asentado en el instrumento contractual.
